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5 Pasos para Trascender Identificaciones Emocionales

El otro día mientras hacía algo en mi computadora, me di cuenta que mi bandeja de entrada de mi correo siempre tenía por lo menos 2 o 3 correos marcados como “sin leer”, aún si ya los había leído. Estos representan simplemente tareas que pueden esperar un poco más y que podría hacer más tarde. Con la mentalidad que intento aplicar en mi día a día de estar presente y observar, me vino de repente un impulso. Qué gano teniendo unos cuantos correos sin trabajarse? Cómo me hace sentir eso y adónde más aplica en mi vida? Y me di cuenta que hago exactamente lo mismo con los mensajes de mi móvil en Whatsapp o algunas veces en otras redes sociales.


Luego de buscar las respuestas adentro de mí, me di cuenta que ese comportamiento me genera un poquito de ansiedad, dándome la sensación de que algo por más pequeño que sea falta por hacer y me da un poquitito de inquietud. En efecto, esas son todas emociones que me han perseguido en mayor o menor escala la mayor parte de mi vida. Pero entonces, si son emociones relativamente desagradables, cómo es que sigo generando situaciones que me permiten sentir eso, aunque sea un poquito? La respuesta para esto es que yo, como la mayoría de nosotros, nos identificamos con un estado de ser, que suelen ser pensamientos, emociones y acciones, que muchas veces vienen siendo inconscientes y forman parte de quien creemos ser. En mi caso, la ansiedad ha sido una emoción con la cual me he identificado casi toda mi vida, por lo cual me he sentido identificado con ella y subconscientemente he venido creando situaciones que me permiten recordarme a mí mismo quién creo ser, tal como por medio de los mensajes y correos sin trabajar.


Una vez que me di cuenta de esto, y de aceptarlo sin juzgarlo, decidí conscientemente que no quiero seguirme identificando con esas emociones ni reforzarlas por medio de mis acciones subconscientes, que en este caso están teniendo un costo en mi propia eficiencia para lidiar con mensajes, y está dejándome con esa sensación de inquietud que no me deja nada positivo. Fue increíble darme cuenta cómo yo mismo genero las situaciones que hacen que me sienta como lo que subconsciente me es familiar.


Estas emociones del ego suelen ser adictivas, y son las que generan la mayor resistencia al momento de querer cambiar, generando un cierto síndrome de abstinencia al momento de intentar el cambio. Por ejemplo, si sueles estar molesto o molesta gran parte de tu día y comienzas a cuestionarlo, en vez de verlo como “así soy y ya”, te darás cuenta que gran parte de las acciones que tomas y de las situaciones que atraes, refuerzan esa molestia en ti.


La vida y nuestra propia nube de energía por medio de nuestro subconsciente nos suele atraer y generar esas situaciones para que aprendamos más de lo que somos en el fondo, experimentando lo que no somos. Así, cuando el sufrimiento llega a ser demasiado y finalmente despertamos y nos damos cuenta de lo que estamos haciendo, una pequeñita luz surge en la oscuridad que alumbra lo que está fuera de lugar, y es ahí cuando se abre la ventana para cambiar nuestro comportamiento.


Cuando comenzamos el proceso de cambio, muchas veces el cuerpo suele gritar y generar esas emociones de forma más fuerte, al sentirse perdido y confundido por no estar recibiendo la misma dosis de químicos (i.e., emociones) a las cuales está acostumbrado. Pero el estar consciente de este síndrome de abstinencia del cuerpo y entender que es pasajero, y que el cuerpo no es el que está al mando sino nosotros, nos puede permitir salir al otro lado del túnel más libres de esas capas viejas de circuitos neurológicos que, si bien en su momento cumplieron su función, están ya listos para ser reemplazados con algo que sí nos funcione.


Basado en mi experiencia de arriba, quiero dejarles los siguientes pasos para notar y remover comportamientos subconscientes que refuerzan nuestra identidad emocional, y así darnos la oportunidad de remover otra capa más de ego para acercarnos un poco más a nuestra esencia y así pensar, sentir y actuar de una manera que maximice nuestro potencial:


1. Obsérvate en tu día a día: qué emociones predominan en tu día con las que crees estar identificado? Si te sientas a meditar, cómo se siente ser “yo”? Adónde se siente en tu cuerpo? Esto te permitirá estar presente con tus emociones, sin agregar pensamientos que las refuercen o juzguen, y así puedes reconocerlas cuando vuelvan a surgir. Apunta tu top 3 de emociones que más tienes en tu día.


2. Identifica una emoción con las que no quieres identificarte más: Estas son usualmente emociones catabólicas como el enojo, la ansiedad, preocupación o nerviosismo, la desconfianza, la impotencia, la frustración, la culpabilidad, etc. Ojo, esto no quiere decir que no debas sentir esas emociones, si vienen situaciones que las generen, es importante reconocerlas y sentirlas y no reprimirlas ya que eso puede generar más ansiedad, pero no quiere decir que debes reforzarlas con tus pensamientos y acciones.


3. Identifica los patrones de pensamiento y las acciones de tu día a día que están reforzando esa emoción, y que de esa forma refuerzan tu identidad emocional.


4. Encuentra nuevos pensamientos y un plan de acciones que puedan reemplazar patrones y acciones/comportamientos identificadas en el paso número 3.


5. Sé consciente de las viejas reacciones y pensamientos, y regresa a tu nuevo yo con los nuevos pensamientos y acciones. Puedes utilizar un mantra o un anclaje que te traiga de nuevo al presente y te saque de tu vieja identificación.


Por ejemplo, si te das cuenta que el enojo es una de tus emociones que más sientes, puedes preguntarte, cuánto del drama que se crea en tu día en día es realmente causado por ti mismo o misma sin darte cuenta para poder tener esa dosis de enojo? O si padeces de baja autoestima, qué situaciones creas tu mismo que te recuerden lo poco valioso que crees que eres y que generan esas emociones en ti? Que pensamientos hay detrás de esto y con qué los puedes reemplazar? Una vez que identifiques esto, puedes usar algún mantra como: soy valioso y no tengo por qué creer todo lo que dice mi mente sobre mí, y luego actuar diferente a como lo harías normalmente, que de otra forma sólo reforzaría esa identidad a la cual estás tan acostumbrado.


Si te gustó este impulso, te invito a compartir con todas las personas a quienes creas que les pueda ayudar, y ¡nos vemos pronto con más contenido en tu página de Transmute Yourself!



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