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¿Cómo utilizar el agradecimiento y la dualidad para incrementar tu bienestar?

Tiendo a ser una persona que se ducha con agua fría al menos por un minuto cada día. Después me siento con mucha energía y a la vez más fresco y relajado. Sobra decir que el momento en el que el agua fría cae sobre mi cuerpo no es del todo placentero, y ¡honestamente dudo que llegue a serlo algún día! Sin embargo, no por eso dejo de hacerlo, ya que me he dado cuenta que, además de los beneficios que mencioné arriba, ¡esos baños de agua fría me permiten agradecer y apreciar aún más los baños de agua caliente! Y es de ahí que salió el impulso del día de hoy. ¡Espero lo disfrutes!


El agradecimiento es un estado de recibimiento, en el cual abrimos nuestros corazones para recibir algo que nos genera bienestar. Rechazar lo que tenemos o lo que es en este momento, por otro lado, tiende a generar resistencia y por ende sufrimiento. El agradecimiento en el día en día, cuando se hace de corazón, libera hormonas como la dopamina, que tienden a contrarrestar el cortisol generado cuando estamos estresados o ansiosos. Es decir, nos permite estar más tranquilos, conectados y contentos, y sirve como un antídoto contra el estrés.


Ahora hablemos sobre cómo la dualidad puede apoyar a promover el hábito del agradecimiento. La dualidad no es más que una estructuración de la mente para separar ambas caras de la misma moneda: bueno, malo, frío, caliente, oscuro, iluminado, gordo, flaco, etc., conceptos que necesitamos en nuestra realidad terrenal para comprender el funcionamiento de nuestro mundo, pero del cual nos podemos separar conscientemente (¡al menos por unos momentos!) para centrarnos y encontrar una paz interna sostenible. Sin una de las caras, deja de existir la moneda, y así tendemos a dejar de apreciar la cara a la que estamos acostumbrados. ¿Cómo podemos apoyarnos en la dualidad por medio del agradecimiento para mantener nuestros corazones más abiertos y disminuir el sufrimiento? Y ¿cómo podríamos trascender la dualidad para conectar de una forma aún más profunda con nuestro ser y facilitar un agradecimiento aún más holístico y así conectar con nuestra parte más divina? ¡Sigue leyendo y te darás cuenta!


Básicamente, se me han ocurrido 3 niveles de agradecimiento:


1. Practicar el agradecimiento por medio de la dualidad de acuerdo a las situaciones externas:


Ya que vivo en Alemania, me viene muy fácil ilustrar este concepto con el clima. En donde vivo, más que todo en invierno, pueden pasar días y hasta semanas sin que salga el sol. Claro, en esos momentos, mi mente podría tender a criticar el tiempo, generando emociones de molestia, enojo o frustración (¡y más considerando que vengo originalmente de un país tan cálido como Nicaragua!). Pero si aplico el agradecimiento junto con la dualidad, podría recordar que si no fuera por esas nubes que tapan el sol, por esa larga oscuridad y por la baja temperatura, probablemente no apreciaría los días de calor de la misma manera. Si hubiera sol y calor cada día del año, dejaría de ser un lujo y se convertiría en la nueva norma: un día caliente más, y nada más. Podemos aplicar esto con cualquier cosa que nos tienda a molestar para regalarle un toque de perspectiva positiva: este catarro es una oportunidad para agradecer mis momentos de salud; esta lesión es una oportunidad para recordar y agradecer que el resto de mi cuerpo está bien; esta carga de trabajo es una oportunidad para agradecer y apreciar mis momentos de tranquilidad u ocio; este aburrimiento es una oportunidad para agradecer los momentos de mucha carga; y esta comida un poco pasada que te hiciste es una excelente oportunidad para agradecer los platillos deliciosos de tu esposa.


2. Practicar el agradecimiento por medio de la dualidad sin esperar cambios en las situaciones externas:


Este nivel es más avanzado que el anterior porque pone el agradecimiento en tus manos en cualquier momento. Acá no es necesario que nos venga una situación como la descrita arriba o perder algo para agradecer lo que tenemos, ya que lo puedes hacer en cualquier momento utilizando la magia de tu mente. Podemos agradecer el techo que nos protege, recordando que muchas personas no tienen ese techo. O podemos agradecer la cama en la que dormimos, recordando que hay personas durmiendo en la calle en estos momentos. Es decir, podemos hacerlo activa e internamente, sin esperar a que las cosas nos ocurran. Hacer esto nos ayuda a dejar de dar por hecho lo que tenemos, ¡y así reconocer lo bendecidos y afortunados que somos!

3. Trascender el agradecimiento por medio de la dualidad recordando que hay un propósito mayor y divino en nuestras vidas:


Este nivel es el más avanzado y requiere mantener nuestros corazones abiertos para recordar que todo lo que ocurre, y todo lo que tenemos, es parte de la divinidad y perfección del Todo del cual formamos parte y del que podemos estar agradecidos. Acá la dualidad pierde sentido, ya que las cosas no son ni buenas ni malas, convergiendo en un Todo donde caen sus etiquetas para simplemente ser. Insisto acá en mantener el corazón abierto, ya que hay que recordar que la mente tiende a ser dualista, estando basada en estructuras condicionadas donde asociamos significado a lo que percibimos, pero el corazón elimina esa dualidad y ve las cosas simplemente a como son, sin juicios ni etiquetas.


Así pues, si bien podemos utilizar la dualidad para abrir nuestro corazón, podemos trascender la misma y agradecer el Todo, ambos extremos del espectro y todo lo que está en medio, ya que cada situación nos brinda una rica experiencia más en nuestra aventura como humanos. El resultado puede ser un estado de ser de completa paz y tranquilidad, resultando de la confianza en que todo ocurre justo a como tiene que ocurrir y que la vida es perfecta a como es.


Los tres estados de ser a los que se puede llegar arriba por medio del agradecimiento pueden comprenderse más fácilmente cuando se logran sentir desde el corazón, trascendiendo el nivel mental. Para ello, te quiero dejar estos ejercicios y exploraciones que puedes realizar en cualquier momento:


1. Para el primer nivel: La próxima vez que te estés tomando una ducha caliente, a la cual muchos de nosotros estamos acostumbrados, gira la llave hacia el lado del agua fría por al menos 15 segundos, respirando profundo, y agradeciendo esa agua fría, porque sin ella, el agua caliente sería simplemente la norma y en este nivel pierde su valor. Luego gira la llave de vuelta al agua caliente, y verás cuánto más la disfrutas y agradeces. Puedes llevar esa mentalidad tanto para cualquier cosa que disfrutas pero que ves como “normal” en tu vida, como para las cosas que no disfrutas tanto.


2. Para el segundo nivel: Puedes, en el ojo de tu mente o en tu meditación, agradecer lo que tienes, por ejemplo, buena salud, dos ojos, dos manos, un techo, recursos, etc., imaginando por un momento como si no lo tuvieses. Puedes, por ejemplo, escanear tu cuerpo e imaginar por un momento que pierdes esa parte, y luego agradeces que la tienes. Luego de terminar con tu cuerpo, puedes continuar con tu casa, tu familia, tu trabajo, tus posesiones, etc. Luego intenta llevar este estado de ser el resto de tu día.


3. Para el tercer nivel: Podemos igualmente en nuestra meditación visualizar como estamos conectados a todo, y cómo cada cosa simplemente es, y es una expresión de la fuerza creadora de la divinidad. Si logramos abrir nuestros corazones en los niveles uno o dos, y luego callamos la mente completamente para dejar caer todas las etiquetas y sentir esa conexión con el Todo, será más fácil trascender la dualidad y llegar a hacer esta práctica más trascendental.


Si quieres, puedes escribir en un diario tu experiencia con estos tipos de agradecimiento. Verás cómo comienzas a cambiar de perspectiva casi automáticamente, enfocándote en lo que te ayuda para tu bienestar y así estar contento y con paz, y no en lo que te hace sufrir, a como muchos estamos habituados.


Me da curiosidad de saber, ¿cómo podrías aplicar estos principios en cada nivel para tu situación en particular? ¿Cuál ha sido tu experiencia con los ejercicios? Te invito a mandarme tus comentarios o experiencias a javier.penalba@transmuteyourself.com. ¡Nos vemos pronto!


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