top of page

3 Estrategias para Liberarte del Sentimiento de Culpa


La culpa es una emoción que sentimos cuando nuestras acciones no están alineadas ya sea a nuestros valores o a la manera en que creemos deberíamos de actuar, o que ensamos que los demás esperan de nosotros.


Consecuencias de la Culpa


La culpa hace que nos sintamos como que no merecemos lo que tenemos o lo que podemos tener, dificultando que consigas lo que quieres; nos genera inseguridad, ansiedad y nos da la sensación de que recibiremos un castigo si no hacemos algo, haciéndonos muchas veces demasiado complaciente con otras personas y haciendo que nos olvidemos de nuestras propias necesidades. También puede obligarnos a sobreanalizar situaciones futuras para prevenir tener que lidiar con la culpa o arrepentimiento de no haber hecho algo a como queríamos, o pasadas, analizando lo que creemos que pudimos hacer mejor. Puede también crear una sensación de falsa humildad, por medio de la cual tenemos que minimizar tus logros para no sentirte culpable. Al final, mientras más la mantengamos en nosotros creyendo que hemos hecho algo malo, más ansiedad y estrés nos puede causar. Por eso, es importante abordar esta emoción que a la larga tanto daño nos puede hacer, al punto de no dejarnos vivir felices.


Origen


El origen de la culpabilidad viene de nuestra crianza, en la forma en la cual nos enseñan que si hacemos algo “malo” seremos regañados o castigados, y si hacemos algo bueno, premiados. La culpa entonces la aprendemos como la voz en nuestras cabezas de nuestros padres, maestros, o aún compañeros de clase o amistades, que nos intenta guiar por un camino que ellos consideraban correcto en aquel entonces. La culpa es una emoción entonces que viene del miedo a la reprensión que sufriríamos si hacemos algo "malo". El miedo es un excelente motivador para alejarnos de hacer ciertas cosas, pero el nivel de energía del mismo es bajo, generando, así como otras emociones que vienen del miedo, hormonas como el cortisol que al largo plazo suelen hacer estragos en nuestro cuerpo incluyendo un sistema inmunológico débil, insomnio, taquicardias, infecciones, etc.


Estrategias para liberarse de la culpabilidad


A continuación, teofrezco 3 estrategias que pueden ayudarles a liberarles de la culpabilidad:


1) Observar tu estado interno e indagar

Es importante observarse internamente, y si tienes el tiempo, indagar un poco en los pensamientos que pueden estar generando ese sentimiento. Entonces, en momentos en los que sientes ese sentimiento de culpa, puedes preguntarte ¿qué sientes y adónde en tu cuerpo lo sientes? ¿qué historia te estás contando en tu cabeza que hace que te sientas así? ¿adónde lo aprendiste? ¿qué tan cierto es eso hoy? ¿cómo te está afectando el pensar así? ¿cómo actuarías sin esta historia?


Quiero recalcar que, si bien el conocer el origen de algo puede ayudar a dejarlo ir más rápido, no es siempre necesario. El sólo reconocer su inutilidad el día de hoy puede ser suficiente para bajar la intensidad de la culpa. El proceso de arriba, la indagación, es mejor hacerla cuando tenemos un poquito de tiempo solos. Luego se convierte casi en un proceso automático de microsegundos que nos hace enfrentar nuestros dogmas en el momento en el que apenas está surgiendo un pensamiento y emoción de culpa, pero para llegar a eso, es importante hacer de estar consciente un proceso continuo.


Muchas veces nos contamos algo de forma casi subconsciente, pero que si prestamos atención, puede traducirse en pensamientos claros. Al tener un poco más clara la historia e indagar, descubriremos que la gran mayoría de las veces no son más que ideas.


Quiero contar un ejemplo propio para ilustrar lo de arriba. Muchas veces cuando preguntan de mi vida y hablo sobre que he vivido en Nicaragua, Francia, Taiwán y Alemania, o sobre los idiomas que he aprendido, alguna gente tiende a asombrarse y elogiar la experiencia que he hecho en la vida. Lo que siento automáticamente es culpa y ganas de hacer ver que esto no es nada y que simplemente ha sido suerte. Con esa culpa suelo tirar mis logros a un hoyo negro. En un momento como ese, hoy en día, podría tal vez sentir ese sentimiento de culpa venir a mí. Como ya he indagado sobre eso, puedo entender que lo que estoy sintiendo en ese momento es simplemente resultado de pensar que al yo hablar sobre mis logros haré que otras personas se sientan mal. Puede que haya aprendido esto en alguna experiencia en el colegio donde llegaron a decir que era nerdo por obtener buenas notas y entonces intentaba minimizar mis logros para ser aceptado. Al final, de donde viene no es tan importante como lo que hoy puedo hacer con ello. ¿Es cierto que otros se sentirán mal si hablo de mis logros al ser preguntado? No lo sé, pero si así es, es el asunto de la otra persona. Lo que sí sé es que no me está ayudando ya que me siento incómodo y mal al sentirme culpable y pequeño. Al reconocer la futilidad de esa historia hoy en día, puedo simplemente observar eso que estoy sintiendo, y en vez de reaccionar, puedo responder a la emoción tomando acción consciente, por ejemplo, respondiendo objetivamente la pregunta sin esconder detalles. El resultado es libertad, y te digo, se siente bien.


Si no tienes el tiempo en ese momento de indagar, puedes simplemente respirar un momento adonde sea que sientes la culpa en tu cuerpo, observar lo que sientas, dejar de lado los pensamientos, y regresar al momento presente. Sin embargo, a menos que ya tengas mucha práctica en estar presente, o que ya te conozcas muy bien, normalmente no es hasta que indagamos en esos pensamientos que y desmentimos esas historias que les quitamos todo su poder sobre nosotros. Claro, en este paso puede ser importante obtener la ayuda de un coach u otro especialista que te apoye en esa indagación.


2) Escucha tu guía interna


Todos tenemos una guía interna. Algunos le llaman intuición, otros le llaman alma, otros corazón. Es esa voz que, al escucharla, sabes que lo que estás haciendo es lo que más se alinea a ti. Muchas veces tapamos esta guía interna con lo que creemos que somos, incluyendo dogmas, prejuicios, y limitaciones que nos ponemos. A mi parecer, algo que tenemos todos en común es que venimos de la misma fuente, y esa fuente es amor, paz y aceptación, tanto de otros como nosotros mismos. En nuestra experiencia terrenal, podemos aprender muchas cosas que suelen desviarnos de eso que es tan sencillo, que es seguir nuestra guía interna.


Sin embargo, cada momento es una oportunidad de regresar a esa esencia. Puedes notar, ¿qué creencias tienes a las que te aferras más fuertemente? ¿A qué le estás entregando tu paz interior? Si de un momento a otro dejas de creer que necesitas que las cosas sean a como tú crees que sean para estar en paz, si tienes una reacción emocional muy fuerte con algo, éstas son señales que son cosas que te están impidiendo acceder a tu verdadero Ser. En mi experiencia, mientras más logras escuchar qué quieres verdaderamente, sin dejar que los pensamientos de lo que deberías o cómo deberías de ser interfieran, menos culpabilidad tendrás porque más accederás a tu fuente, que es paz interior. Esa voz interior no necesita de reglas ni de dirigir tu vida por medio de la culpa, ya que te guiará por medio de lo que intuitivamente sabe que es lo mejor para el bien común en esos momentos, que es basado en el amor y en el bien común.


La recomendación que me gustaría dejar para concretizar esta estrategia es hacer una lista de 5-10 valores con los cuales has sido criado. Puedes revisar si esos valores están funcionando contigo en este momento, o si te están restringiendo y causando ansiedad o culpa. Si así es, puedes ya sea revisar su definición o simplemente reemplazar ese valor por otro que funcione mejor contigo, es decir, que se alineen mejor se alinean a tu verdadero ser. Esto te dará más consciencia sobre quién eres verdaderamente y cómo expresarlo en tu vida. Al final del día, puedes escribir qué acciones hiciste para honrar cada valor. Y si en algún momento sientes algo de incomodidad o culpa, puedes preguntar, ¿qué valor no estás honrando en este momento de tu vida?


La comprensión de qué ocurre suele liberar mucha de la preocupación y de la misma culpa. Por ejemplo, si tu valor es la honestidad en tu trabajo estás obligado a vender un producto de mala calidad, lo más probable es que el conflicto con tu valor de la honestidad esté generando esa culpabilidad y estrés. Y más aún, si escuchas tu voz interior, sabrás qué hacer para vivir con paz.


3) Comprende que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos


La mayoría de nosotros solemos ser críticos con nosotros mismos, creyendo que deberíamos de haber hecho algo diferente. En vez de dirigir nuestra energía hacia el pasado, castigándonos por nuestros supuestos errores, o de temer a la culpa que sentiremos en el futuro si no hacemos algo bien, te ayudaría mucho entender que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos dadas las circunstancias. Es mucho más empoderados si te preguntas en ese momento: ¿cuál es la lección que aprendí? que creer y repetirte incesantemente que lo hiciste mal. Acá te recomiendo escribir 1 o 2 de los eventos que más culpabilidad te causan en tu vida. Puedes escribir:


a) ¿qué pasó y por qué te genera tanta culpabilidad? ¿Qué lección te ha dejado esa experiencia?

b) Explica, tal y como si estuvieras hablando con un niño, ¿cómo no puedo haber sido diferente?


Si verdaderamente reflexionas y sientes esas preguntas, te sorprenderás de lo poderoso que es ver tu pasado bajo esa lupa, y cómo podemos dejarlo atrás.


Espero hayas disfrutado, y recuerda que si tienes algún problema en este momento para dejar atrás el sentimiento de culpa, puedes escribirme a javier.penalba@transmuteyourself.com para explorar cómo puedo apoyarte en tu camino. Puedes asimismo revisar mis paquetes de coaching por medio de los cuales puedo ayudarte a transmutar tu ansiedad en paz interior y energía para vivir la vida que mereces.


¡No olvides darle like y compartir a este artículo, nunca sabes a quién podrías estar ayudando!


24 views0 comments
bottom of page